12 de diciembre de 2010

Llegó la Gendarmería pero el conflicto sigue

El arribo de las fuerzas de seguridad que dependen del poder Ejecutivo nacional se instalaron en la zona caliente de Villa Soldati.

Soldati era un barrio más el sur de la Ciudad de Buenos Aires hasta que los enfrentamientos dispararon el rating de los canales periodísticos de la televisión y el cable. Los productores de los grandes medios ya soñaban con su "policías en acción en vivo y en directo".

El brutal ataque que soportaron durante estos cuatro días las personas que buscan una vivienda digna, parece ir encontrando una solución parcial. Ayer por la tarde, una versión indicaba que había un nuevo muerto, pero la Policía dice que no. Por ahora, la confusión avanza y seguramente este será un fin de año diferente.


Los periodistas que aman a los "Argentinos derechos y humanos" alentarán más enfrentamiento y sin dudas buscarán ricos testimonios que sostengan: "son todos unos negros de mierda", "son bolitas y paraguas", "que se vuelvan a su país", "que vayan a laburar" "¿Por qué tenemos que aguantarlos nosotros?", "está mal que maten a una persona, pero los vecinos tenemos derechos y obligaciones porque somos ciudadanos"; y así, infinitas bocanadas de discursos que sólo alimentan el odio, la bronca y una violencia que finaliza cuando aparece la muerte. Hasta ahora murieron cuatro personas de un solo bando, del bando de los que no tienen nada. 

En tanto, el mismo día de la toma el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, envió a la policía metropolitana que demostró su incapacidad, su no preparación y sus ganas de tener un un nuevo bautismo de fuego. Dos días depués, Macri reconoció que su fuerza "sola no puede". Antes, ya habían perdido la vida dos personas, una de nacionalidad boliviana y otra de origen paraguayo.

En este hecho, según las primeras pericias realizadas por personal de Gendarmería se menciona que las personas asesinadas cayeron frente a los disparos de escopetas 12.70, armas que utiliza la polícia federal. Esta fuerza que siempre estuvo sospechada de negocios, actos de corrupción y delitos que casi siempre quedaron impunes por la complicidad de jueces, comisarios y altos dirigentes políticos.

En tanto, Macri sigue pensando que la Argentina es Palermo, Recoleta, Caballito y Nuñez. El jefe de Gobierno, que casi muere porque se tragó un bigote falso en su propio casamiento, está convencido de que solo votan los que saben leer, escribir y pasaron por la universidad. El resto de los habitantes de la Ciudad son todos "ignorantes". En vez de pensar una solución al conflicto en Villa Soldati, el macrimismo y el inútil de Rodriguez Larreta están pensando en las elecciones de 2011.

Cristina se equivocó
El Gobierno nacional se equivocó. Pensó que el costo político lo pagaría Macri. Tal vez por una mala información  o por un pésimo cálculo de algún kirchnerista que ya no cree en este gobierno. Los medios dicen que Anibal Fernádez está en la mira junto con Julio Alak. Nilda Garré ganó una pulseada que no sabía que estaba jugando. La por ahora ministra de Defensa deberá resolver los problemas desde un flamante ministerio de Seguridad.  Dicen que fue creado y pensado por Cristina para evitar nuevos papelones de la federal y operaciones que buscan "desestabilizar la profundización del modelo". 

Cristina se equivocó al utilizar la cadena nacional para anunciar la creación de un nuevo espacio dentro del ejecutivo y encima se equivocó peor al hablar de sus dos "empleados chilenos". Con las pésimas declaraciones de Macri alcanzaba para hacer política. En la cadena nacional debió anunciar el dialogo con Macri, el envío de la Gendarmería y no dar tantas vueltas para reforzar su imagen. Además, en el uso de la cadena nacional, en su disputa con los medios de comunicación privados, terminó perdiendo.

No permitió que se siga mostrando el accionar de vecinos pobres de Lugano y Soldati que decidieron salir a cazar: "Bolivianos y paraguayos". La caza dejo un muerto que no aparece, muchos punteros del duhaldismo y varios heridos de gravedad y familias destrozadas.  

La Argentina del Bicentenario tuvo de todo. Un festejo impecable, un Congreso opositor que no pudo hacer pie por sus propias limitaciones y un Poder ejecutivo que pensó en un cierre en Plaza de Mayo que podría anunciar la candidatura de Cristina 2011. Sin embargo, el asesinato de Mariano Ferreyra junto a los muertos de Soldati no hacen más que confirmar que todavía falta mucho para vivir en un país donde los Derechos Humanos sean para Todos y Todas.

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