14 de enero de 2010

Cobos al Gobierno, Clarín al poder

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner demostró que no le falta voluntad política para decir lo que todos saben pero pocos quieren reconocer: Cobos presidente 2011.

El hombre mendocino que fue “expulsado de por vida” de la centenaria fuerza radical, hoy es el mejor candidato de la UCR. Parece mentira, parece un chiste, pero es verdad. Los radicales -que nunca terminaron un mandato constitucional desde 1930- ahora se ilusionan con tomar el poder como se pueda.

El actual vicepresidente se encargó de anunciar que “la UCR tiene que demostrar que puede gobernar”. Un radical de la provincia de Buenos Aires -que se declara cobista- vaticinó hace un año atrás: “Cobos no tiene estructura para gobernar, solo podrá hacerlo con un acuerdo del PJ disidente. Ellos le deberán alambrar la provincia para que no se lo coman vivo”. La frase demuestra que ni los propios soldados del vicepresidente se animan a gobernar el país si ganan en el 2011.

Sin embargo, el radical Gerardo Morales, senador jujeño que deberá explicar su incremento patrimonial en su provincia, se muere por lograr algo inédito: que un vicepresidente se convierta en el líder de la oposición y gane las elecciones en 2011. Morales se juega su vida política entre sus correligionarios. No olvidemos que fue él mismo quien llevó a Roberto Lavagna como candidato a presidente en las elecciones del 2007. En aquella contienda electoral la UCR arañó el 17%.

Cristina contra Cobos

En su discurso desde la Casa Rosada la presidenta habló sin pelos en la lengua: "Tenemos un vicepresidente que hace cualquier cosa menos ser vicepresidente, parece que quiere ser presidente antes de 2011".

Como corresponde, y no “como de costumbre” -como escribió el Diario Perfil en su página de internet- Cristina señaló: "Esta debe ser la cuarta o quinta vez que se embarga a la Argentina. Ayer el diario Clarín publicaba que un juez de EE.UU. podría embargar las reservas del Central. Adentro estaba la foto del juez Griesa, curioso, ¿no?" y fustigó contra el Diario La Nación: "si uno quiere leer qué va a pasar con la Justicia internacional puede recurrir al diario Clarín y si quiere saber qué ocurrirá a nivel nacional, puede leer el diario La Nación", puntualizó.

En tanto, los medios no se cansan de colocar en sus títulos o volantas: “crisis institucional”, “conflicto abierto”, “escepticismo de los mercados”, “los K contra Redrado”, “se violó la autarquía del Banco Central”, entre otros tantos titulares. Los “medios” vuelven a enmascarar su posición política bajo el eufemismo de la libertad de expresión o el derecho de la sociedad a estar informada.

La presidenta ataca a Clarín -y Clarín a la Presidenta- porque el gran diario argentino cree que tiene la capacidad de tomar decisiones políticas, hacer futurismo económico, y sobre todo, alimentar la especulación financiera y desgastar a presidentes en ejercicio, es decir, elegidos por el voto popular cada cuatro años.
A modo de ejemplo, vale la pena pensar el rol de Clarín desde el 10 de diciembre de 1999 hasta los agitados y calurosos días del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando Fernando de la Rúa abandonó la Casa Rosada en helicóptero.

Clarín se benefició con el modelo económico de la última dictadura militar, del menemismo y con la devaluación de Duhalde. Y también hay que decirlo, bajo el modelo económico sostenido por el kirchnerismo desde el 2003.

El problema de Clarín se llama Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El multimedio sabe que su monopolio tiembla, y no tiene mejor idea que perturbar a sus lectores con editoriales que no escatiman en utilizar la palabra “autoritarismo” o mediante columnas de opinión que refuerzan la idea de que el Gobierno está a la deriva; y se empeña en que sus especialistas en economía y política, escriban acerca de la debilidad de “un gobierno que perdió el rumbo”. Claro, el rumbo que los beneficia a ellos.